Tal vez uno de los caminos mas cortos, o mas largo, es el camino asía dentro del alma. Meditando sobre esto despierto, me doy cuenta, soy consiente que poco a poco , un día mas despierto, renazco . Puedo notar, como mi ser, mi energía , se vuelve a acomodar entre los hueso y los músculos. Como la sangre fluye a través de las venas, como si fuera un manantial de agua, bañándome tibiamente por dentro. Puedo sentir el débil latido de mi corazón, marcando el ritmo de mi música, de esa canción cada día, que cada vida, me recuerda quien verdaderamente soy, que me recuerda la luz y el amor...
Así miro mi senda, quizás mucho dicen que es una senda, que otros caminaron, yo se que mi senda solo yo la he pisado. Entonces recuerdo, vuelvo a pasar cada cosa por mi corazón, vuelvo a hacer acuerdos conmigo misma, con cada experiencia vivida, con cada persona, con cada herida, con cada alegría. Vuelo, por que mientras retrocedo, vuelvo a creer , creando nuevos caminos. Mientras retrocedo, avanzo asía nuevos destinos. Probablemente si fuera un árbol, seria esto que muchos dicen, volvería asía mis raíces, las recorrería, una y otra ves, sabiendo que allí se guarda toda mi energía en los inviernos, que desde allí, florezco, cada primavera. Así como un árbol, comprendo sin juzgar, que hay raíces que se deben arrancar, para poder seguir creciendo.....
Doler, duele, la sabia se derrama, la marca que nos recuerda, quedara hay . Pero nuevas raíces crecen, nosotros crecemos, cada vez mas sanos. Así como los arboles, creciendo cada año, dentro de esta vida, dentro de muchas vidas. Entonces comprendo el poder de los recuerdos, lo comprendo desde la capacidad de sanar mucho mas adentro, de lo que simplemente vemos. De sanar desde uno al otro, desde el otro a uno...
Y pensando en esto, vuelvo a recordar , o viene al recuerdo, el poder de las palabras. El darme cuenta, como cada palabra crea, puede ser puente, puede ser abismos, puede ser espada, puede ser bálsamo, puede ser lágrima y sonrisa. Así comprendo que parte de mis raíces, de mi poder , de mi renacer, se crea, se refleja, en mis palabras, en las palabras que digo y que me digo. Cada día, cada noche, cada uno de mis actos, cada uno de mis silencios, esta sembrado de palabras. Desde ese lo que para mi significa y resignificá el comprender, desde ese "aprender con". Desde lo que para mi significa y resignificá mirar al otro, con compasión "mirar desde y con mi pasión ". Estas son dos de palabras de donde parten mis recuerdos, mis nuevos acuerdos, desde aquí me paro frente a la observación, frente a la escucha. Desde ahí, comprendo, el poder de la palabra que no se dice, por que se detuvo a contemplar, a escuchar, la música del otro, que completa mi música, en compases, que se afinan a su lado. Desde ahí, creó nuevos caminos, ya caminados.
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