Como si no existiera más consuelo para el alma, más que la sonrisa y la caricia , que lleva y trae la brisa...
Donde te quedas congelando los momentos, como si fueran trozos de vida y muerte. Deteniendo el aliento , cuando las preguntas se atoran en la incertidumbre de la mente, cuando el corazón explota ,en las lágrimas, que no hayan la tibieza de las mañanas, y se quedan contemplando el azul plata de la luna, que se esconde detras de la sombras.
Pero aún asi , puedes percibir el latido debajo de la piel, y una pizca de esperanza te traiciona, haciéndote pensar que los ojos verán alguna otra primavera, que los sentidos se llenarán otra vez de colores, y el perfume inconfundible de un poema, llenará las páginas en blanco,de las palabras que un no sido escritas.
Ahi estas , sabiendo que estas abandonado a una especie de destino o capricho de los dioses, donde las cartas parecen estar marcadas, como yagas en la piel y cercenan a la imaginación. Donde la noche se doblega a la voluntad del día, y el día busca escusas para irese, allí donde todo todo queda a su suerte, en el limbo de la conciencia.
Y allí esperas.. como sumergido en agujero negro entre este y otros mundos. Esperas... en el segundo que a través de la ventana ,te muestra las mil variantes del universo , que se detiene a una milésima de tu mirada. Esperas.... en el movimiento de las olas y en el estallido entres las rocas. Esperas... en la melodía que no se canta, pero que al corazón calma.
Como si existiera el consuelo de lo que está escrito en alma....
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