16 de febrero de 2016

La Luna y el León.....


Erase una vez…
Mmm... no así empiezan los cuentos y esto es una historia. Tampoco se, si importa demasiado, cuento o historia, creo que puedo ser lo mismo en este caso, ya que desde aquella noche a pasado tanto tiempo que la realidad y la fantasía, quizás se mezclan un poco. Probablemente habría que ser un gran mago para darse cuenta si es una historia o un cuento, si es fantasía o realidad.

Alguien, valla a saber uno quien fue, una noche como esta junto al fuego contó una historia o cuento, de una noche mágica que había sucedido trecientos sesenta y cinco siglos atrás, aunque otros dicen que no fueron siglos sino milenios, pero claro esta que fue hace mucho tiempo. La cosa empezaba mas o menos así...

     En aquella época, las selvas tropicales se expandían a través del África ecuatorial, antes que la región del Sahara se convirtiera en sabana,  era un lugar único que vibraba cada segundo, cada latido de la tierra en ese lugar mas que aire se respiraba vida. Allí vivía un León poco común, todos sabían, como se saben las cosas que son verdad aunque nunca se cuenten, que había algo diferente en  él. Por que  a pesar de la belleza que le rodeaba, aquel león guardaba un secreto que nadie conocía.

    Mucho tiempo atrás, una noche cuando ultimo rayo de sol se escondía en el horizonte, dejando a su paso estelas de colores  en el cielo, mientras las estrellas una a una se despertaban, nuestro  León paseaba por una hermosa laguna, una laguna rodeada de bosques, incluso por las noches cuando todos  es silencio se podía oír el mar, desde allí. Y la verdad que después de un día de calor y de una cacería, no había nada mejor para él que irse a refrescar a ese hermoso lugar, allí él se olvidaba hasta que era un León. Pero esa noche al llegar a allí, se dio cuenta que no estaba solo, una extraña criatura se baña en la laguna. El la miraba desde lejos como hacen los Leones, entre arboles y matorrales. Para decir la verdad aquella criatura le causaba de recelo, y a quien no? Si de pronto en medio de la noche te encuentras con una criatura que saltaba, se sumerjia, gritaba, se reía, cantaba, hablaba. Por mas León y  por mas valiente que se pueda ser,  había que ser razonable, esa criatura hacia estremecer a cualquiera. Ni en palabras de león ni de humano hubiera podido describir lo que era aquello , una criatura extraña con una luz…el león se tumbó a mirarla. Esa luz…donde había visto esa luz antes? Y el color de aquella criatura? No había nada en su selva que tuviera ese color que no era plateado, ni blanco, ni azul sino todos juntos a la vez 


   Poco a poco el León se fue acercando, muy sigilosamente, pero de pronto se hizo un silencio tan profundo, que congelaba la sangre. El miraba para todos lados pero ni rastros de la criatura, a donde se habrá metido? se preguntaba. Camino despacio, y cuando estaba a punto de llegar a la orilla, desde valla a saber donde la criatura apareció, claro que sino fuera que el era un León, él hubiera salido corriendo, flor de susto le dio.  Hay se quedaron un rato mirándose, para los dos el otro le era extraño.  Ella tan... rara.. pensaba el León.... Y él era tan dorado y verde... tan peludo pensaba ella.... Como era de esperarse ella dio un salto y se acerco aun mas a él, revolviendo toda la tierra a su alrededor, y con como era de esperase también, no aguanto y le pregunto - y que bicho eres tu?-... 

El León, enojado dio un enorme rugido- como que bicho?.. yo no soy ningún bicho,  le dijo. Yo soy un León, soy el rey de la selva. -Ella rodando por el suelo reía, -pero tu no te pareces a ningún rey- le dijo. El León frunciendo el ceño,le contesto - y tu que te ries tanto... que eres?- Ella lo miro fijamente y con una mueca en la cara le dijo- La  luna, que otra cosa seria- Ante estas palabra el León hecho a reír- que imaginación tienes criatura,tu no puedes ser la una, la luna esta allá en el cielo muy lejos de aquí- y alzando la cabeza- mira?-  casi se cae del susto al ver que ya la luna no estaba en el cielo- pero como puede ser? si hace un momento estaba allí-
Y mientras daba otro salto ella le dijo- viste si soy la luna, solo he venido a refrescarme, vi esta hermosa laguna y no aguante la tentación de darme un chapuzón y en eso apareciste tu- El León algo desconfiado todavía le pregunto - y como harás para volver- ella lo miro y encogiéndose de hombros le dijo - y no se, simplemente vuelvo, tampoco puedo quedarme mucho rato, y imaginarte que raro seria un cielo sin luna- Él algo desconforme asistió, con la cabeza - pues si seria raro- hizo una pausa y le dijo - y ya te tienes que ir?-  Ella dándose la vuelta le dijo - pues si, pero si tu quieres podemos jugar un rato- Él rió - bueno la verdad que si, eres algo fea y rara, pero creo que podemos jugar un rato, no es fácil encontrar a alguien por aquí- Sin   mas palabras de por medio la Luna comenzó a a saltar y jugar con el León, corrieron, nadaron, bajaron cocos de las palmeras, se disfrazaron, rieron y cantaron. Hasta que en el horizonte el primer rayo de sol salio. La Luna y el León se despidieron, y en un pestañar ella había desaparecido.... 
Desde aquella noche  León casi no dormía, se alejaba siempre hasta los altos desde los que podía contemplar el cielo y su mirada se perdía. Y al amanecer siempre se le escapaba una lágrima fugaz, que enseguida se sacudía. Al principio lo había intentando todo para lograr acercarse a ella. Había subido hasta las cumbres más altas, resbalando, hiriéndose y maravillándose de lo que llegaba a ver desde aquellas montañas. Se había sumergido en el agua de su laguna, siempre pensando que en aquel reflejo se escondía su belleza. Y hasta una vez casi la confunde con una sirena. Incluso  llego a trepar a un árbol grande y muy alto, cuando todos sabemos que los leones no trepan, que tienen vértigo, que necesitan la tierra. Pero cuando creía que la iba a poder tocar, ella siempre se esfumaba. Alguna noche la luna era tan grande, y estaba tan cerca que nuestro león tenía la sensación de dormir acunado por sus caricias. Pero siempre volvía el sol.Y los días nublados... eran los peores para el león. Rugía de desespero y cazaba más y mejor que ningún otro día , porque sabía que esa noche no podría ver a su amada. Eran días de cuerpo revuelto y alma agitada. Ese era el secreto que nuestro León guardaba, se había enamorado de la Luna...Y lo que más le dolía, lo que llenaba aquellos ojos suyos de melancolía, era estar convencido de que la luna no lo sabia. No sólo no lo sabia, sino que no le reconocía, que para ella no era sino un león más. 


Valla a saber uno cuanto tiempo paso , hasta aquella noche donde la magia se desato…

Sí.. aquella noche el León no aguanto mas, y lanzando un enorme rugido le abrió su corazón, fue  tan grande que la tierra y el cielo se estremecieron, tampoco  podía ser de otra manera todos sabemos que los Leones tienen un gran corazón. Y allí se quedo a la intemperie de la noche, donde quienes se aman encuentran refugio en el otro. Le escribió el más bello poema que su corazón leonado era capaz de escribir. Le dijo que la amaba, que la había soñado toda la vida, Él era el rey de la selva, pero ella era la reina del cielo, y eso era un territorio inmenso hasta para un león. Pero nada, no sabia donde se vía metido, la Luna no se veía por ningún lado 


Aquella noche durmió inquieto. Al despertar sintió un calor extraño en su melena, y una luz que no lograba situar. Hasta que con los ojos entre abiertos la volvió a ver, la miró durante tanto rato que el mundo se paró para los dos. Entre los ojos de los dos se anidaba el mar, no dijeron  nada, ni una palabra, ni un ruido…nada. Sólo se miraron.... 

Ella se acerco y le  susurró su amor. Le habló de cómo había sostenido las piedras de las montañas con su reflejo para que él no cayera al subir en su búsqueda. Cómo le había pedido a aquel árbol que no se enfadara demasiado con él y partiera una de sus ramas. Le habló de lo bella que se sentía cada vez que él miraba su reflejo en la laguna. Mirarse en sus ojos le hacía descubrirse nueva y diferente. Siguió hablándole, bajito, sutil, poco a poco, mientras se acercaba hasta rozarle. Y el León la sintió. Tan dentro de su alma, tan a flor de piel....y dejó que su luz anidara en él, y se atrevió a desearla. A tocarla. A entrar en ella. Y ella en él... Y encontraron dentro de su ser, el lenguaje de las caricias. Y con cada caricia le fue dando cuerpo a ella, la formó. La hizo leuna, que es en lo que una se convierte cuando es un poco luna y un poco leona.Y con cada caricia ella le fue llenando de su luz, le devolvió las cumbres, las lagunas, la selva..todo lo que ella guardaba dentro de sí. Lo que cada noche de amor había iluminado sólo para él. Sin que él lo supiera. Hasta entonces. Y le hizo leun, que es en lo que uno se convierte cuando es un poco león y un poco luna.

Y en un gran abrazo se fundieron, es así como desde aquella noche el León junto a la luna se fue.... Algunos cuentan que en forma de sol lo vieron,  jugando a las escondidas con la luna en el cielo, pero como ya les dije valla a saber si todo esto es cierto... o tal vez sí! es todo un cuento.....



1 comentario:

El morador de la luna dijo...

No sé cómo llegué acá, pero me llamó la atención el título, lo leí y tengo que decir que me encantó.
Un saludo.

Julián.