17 de enero de 2016

En el corazón del cuenta cuentos....



Nimue durante largas horas había intentado dormir, sin conseguirlo, daba vueltas en la cama. Aturdida contemplaba su pensar, lo recordaba, escribía en su memoria aquellas palabras que quería decirle. Como si por arte de magia las letras pudieran viajar desde su corazón, hacia el papel, y este se imprimiera en las estrellas que junto a luna, como una melodía en la noche lo acunaran. Si quería decirle tantas cosas que las palabras formaban montañas tan altas que se podían ver desde cualquier planeta. Y cuando solo quería contemplarlo y escuchar su voz, formaban mares de silencios. Miles de mares formando océanos, de miradas de silencios, profundos y apasionados mares, solo como ella sabia hacerlos....
 Allí pasaba la noche dando vueltas, acariciando con sus manos al brillo de su recuerdo, pensando.... Sintiendo... Podía sentirlo en cada latir de su corazón, en el aire que entraba en su cuerpo. Y como una chispa en la oscuridad podía verlo. Las horas pasaban, un minuto tras otro,  hasta que por fin la vino a buscar el sueño.

 Lentamente sus ojos se iban cerrando, cuando el viento con todas sus fuerzas abrió las ventanas de aquel cuarto, se apresuro para ir a cerrarlas, cuando vio que desde el cielo caía un rayo iluminando todo a su paso. Por un instante el tiempo se congelo, sus músculos se paralizaron, el corazón parecía que no latía, sus ojos quedaron absortos, fijos.... En la entrada del bosque lo vio... No  podía decir cuanta distancia los separaba, pero hay estaban mirándose, sumergidos uno en la mirada del otro. Nunca había existido una mirada que digiera tanto, y al mismo tiempo nada.... Ni tanta luz y oscuridad a la ves, ni tanto cielo , ni tanto mar....


 La mirada duro trescientas treinta vidas, en el segundo que tarda en caer un rayo, luego solo oscuridad, viento, truenos, la tormenta se había desatado. Sin importarle nada corrió asía la puerta, tomo un saco, y corrió.... Corrió descalza, debía alcanzarlo. Hay atravezo las puertas del bosque,  no podía ver mas allá de sus pasos. La tormenta se hacia mas fuerte y ella mas se internaba en aquel bosque, el agua caía con fuerza sobre su cabeza, pero igualmente ella seguía. Con pasos torpes, cada tanto resbalaba y caía, pero igual continuaba por aquel sendero, cuando de pronto volvió a caer un rayo. Este ilumino el bosque dejando le ver a lo lejos un arco de piedra. Ella pensó que tal ves si conseguir llegar allí, podría esperar a que la tormenta pasara, y luego continuar  su búsqueda, pensaba que si ella casi no podía seguir él, tampoco iría demasiado lejos.


Al llegar al arco se sentó, estaba tan cansada que pronto se quedo dormida. Al despertar, casi muere de un susto, a su alrededor ya no solo había un gran bosque sino que también la rodeaba un enorme lago, como había llegado allí? Se preguntaba, por su ropa aun corría el agua, por lo que pensaba que no había estado demasiado tiempo dormida. Se sentía confundía, y al mismo tiempo maravillada con tan hermoso paisaje, en el lago se reflejaba todos los colores, tiñendo el agua de arco iris, en el cielo negro, las nubes blancas, tan blancas que parecía que dentro de cada una se escondiera el sol,  cada nube tenia una forma diferente, una mas bella que la otra. Al darse vuelta casi, se cae de espalda, no podía dar crédito a lo que veía, los arboles mas grandes que jamas sus ojos hubieran visto, llenos de esferas de colores que brillaban.... Donde estaba?... se preguntaba, que lugar era este?, como nunca había escuchado de el?... maravillada decidió recorrerlo, y a cada paso, la magia de aquel lugar la envolvía, la atrapaba... al acercase a una esfera, pudo escuchar una suave y dulce voz, pero al mismo tiempo era una voz firme y gruesa, se trataba de la voz de un hombre.


La voz empezó diciendo... Esta es una esfera verde, una esfera de los sueños.... Y continuo contándole un hermoso cuento, cuento de príncipes y princesas, que se encontraban en islas hechas de sueños.... Al terminar el cuento, Nimue  se acerco a otra esfera, allí escucho la misma voz, pero esta vez le decía... Esta es una esfera azul, una esfera de aventuras... Y continuo contándole otro hermosa cuento  de piratas y enanos, que tenían miles de aventuras locas, habían tormentas, donde todo quedaba dado vuelta.... Cuando este cuento termino corrió a otra esfera, esta era de color rosa, y la voz dijo... Esta es una esfera rosa, que cuenta el cuento de un guerrero vikingo y un hada, ellos vivían en una isla lejana entre Escocia y Irlanda, y el amor jugaba entre los arcos y las espadas.... Nimue, no podía creer lo maravillosos de esos cuentos... corría de una esfera a otra... Cada ves sentía que esa vos llegaba mas a dentro de su ser, estremecía cada una de sus células. Sin darse cuenta quería conocer al dueño de esa voz, pero por mas que caminaba, no encontraba a nadie, pensaba que realmente estaba sola en ese lugar.


Cuando recordó aquel hombre que había entrado al bosque y que ella había perseguido,  se había sumergido de tal manera en aquellos cuentos que casi lo había olvidado.... seria aquel hombre el dueño de esa voz?... Pero como volvería a aquel bosque.... mejor
dicho... donde estaba?... peor aun ....como lo encontraría? las preguntas otras volvían a su mente... cuando a lo lejos vio, una torre.... si había una torre seguro alguien podría vivir en ella.... allá se dirigió a toda prisa, hay noto que aun continuaba descalza, por lo que sus pasos no eran tan rápidos como sus ganas de llegar. Al llegar noto una melodía que venia desde atrás de la torre,  como encantada camino hasta donde venia la melodía, y para su sorpresa allí estaba, aquel hombre, con sus ojos profundos... y otra ves quedo paralizada, que efecto causaban esos ojos en ella, quiso hablarle, pero no pudo, ni una sola palabra, parecía que nunca hubiera podido hablar.... nada.... Entonces Él hablo, y ella aun callo mas.... era el quien contaba los cuentos, que encerraban aquellas esferas....
Como era posible? que era todo eso? acaso era un hechizo? alguna poción que hacia que su cabeza estuviera perdida y todo  eso era el efecto del delirio?...


El hombre al comprender lo que le pasaba, extendió su mano, y delicadamente acaricio su rostro, y le dijo... Siente mi calor en tu rostro, no soy un sueño, ni un delirio, luego extendiendo las dos brazos suavemente la abrazo.... y le dijo... Por que te has tardado te estado esperando, aquellas palabras entraron ella como una ráfaga... Y  recordó.... aquel hombre no era ningún extraño, aquel hombre era a quien ella cada noche quería escribirle, hablarle, amarlo, dormir entre sus brazos, a quien  sus palabras querían acariciar, que sus besos y su alma querían pintar..... Ese hombre era su mago, su cuenta cuentos amado, y aquel lugar era no era ni mas, ni menos que el corazón del cuenta cuentos, que con la fuerza de un rayo en las paginas de su corazón una isla había formado, y allí se habían reencontrado....  



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