18 de junio de 2016

El peón...

Cuando era pequeña me gustaba jugar con el ajedrez, aunque nunca llegue hacer muy buena, lo mas seguro que solo recuerde algunos movimientos. Tampoco fue un juego que tuviera mucha importancia para mi. Tenia muchos juegos en mi mente, y para decir verdad no es un juego divertido para una solo persona. Y cuando tenia unos 16 años, por primera vez vi uno, que nunca se borro de mi mente, era un juego de ajedrez de cristal. Hasta hoy pienso que es el mas lindo que he visto, y que probablemente veré. Tan delicado, con figuras perfectas....

Claro tuve muy pocas ocasiones de estar cerca para verlo, pero esa es otra historia. Igualmente mi vida fue ocupada por muchas otras cosas. Mi hijo, aprendió a jugarlo, pero yo nunca mas me detuve a jugar. Claro esta nunca mas jugué al ajedrez, ni con sus piezas.

Tiempo mas tarde me fui a la montaña, cada día era un aprendizaje nuevo. Había que aprender y reparar tanto, que terminaba exhausta. Aunque hoy me apene, debo reconocer, que habían días en que sentía, que toda mi voluntad se haba doblegado, ya no quería mas, y pensaba que tampoco podía mas. No haba tiempo, si, era algo así como el todo o nada. Solo que no era consciente que magnitud, que tenia eso que sentía. Pero fin, hay estábamos, mi maestro me decía que una buena forma de ver a las personas, es ponerlas a jugar. Así aprendí, a ver que elementos eran los que predominaban, en su ser, y por ende, que emoción, dominaba a la persona. Por mas que esta hiciera muchos esfuerzos por ocultarlos. Siempre esta, hay un pequeño gesto, un haz de luz que se desprende en el momento justo, y nos deja en evidencia.

Pero como digo, había mucho,  poco tiempo y  yo. Tremenda, salvaje y testaruda. Una combinación explosiva. Muchas veces, cuando llegaba alguien nuevo el juego cambiaba, en el fondo quería que para mi cambiara. Y por suerte no lo hizo.

Lleva semanas renegando, dentro de mi solo pensaba en el ajedrez. Y mi maestro lo sabia. Por una razón a otra rozaba el tema. Y ya me imagino mi alma, prendía las balizas y decía ¡¡ Ella, ella!! Mandándome al frente. Pero por mas que me lo imaginaba, guarde silencio. Hasta que el silencio se volvió fuego. Sentía que su juego era ponerme de peón. Y como peón, la que caía, primero.

Pasaba semanas prendida fuego, no podía



sacar esa imagen de mi. Ni hablar, cuando acaba de llegar alguien y yo ya estaba en el suelo. Claro pasaban los días, me levantaba de nuevo, la gente se iba y venia otra, en un ciclo permanente. Si uno suma, su propia historia, sombras, terminales pesqueras, mañas y demás. Me sentí que solo viviría en el piso, y en la montaña solo hay polvo. Una situación, poco agradable. Hasta que un día, que uno ya se puede imaginar , no podía mas, me miro, y me dijo. Negra no creas que estas de peón....
Miercole, primero el sabia lo que mi boca nunca dijo,  y sabia que pieza exacta había elegido.

En esto de estar por aquí y por allá. Encontré un peón de metal, pequeño. Pero llamo mi atención. Es una pieza muy simple, tradicional, nada llamativa, pero la llevo conmigo. Y por otra extraña razón, cuando tengo alguna charla importante la coloco junto a mi.

Nunca repare en este detalle. Y al observar ,diferentes situaciones, poda ver que si la tenia a mano, la colocaba sobre la mesa, si no deba la situación la tocaba en el bolsillo. O si no la tenia,  normalmente no me preparo mucho para salir, salgo con lo que tengo a mano , prácticamente dejo la mitad de las cosas. Pero si no estaba siempre prensaba en el peón . Algo así como una imagen recurrente.

Pero una mañana desperté y lo vi, volví a pasar por esos  detalles, pero aun no peón, por que el peón?  Vamos, me encantan los caballos, la torres me hacen acordar a los castillos. Rey y reina preferidos de todos, tal vez parecen los mas importantes, todos los protegen. Alfil, suena pinchiagudo. Pero no, esto era un simple peón. Y la verdad me prendió fuego sentirme como uno.

Pero como de costumbre sentada en una plaza, lo miraba, claro he debido buscar las reglar nuevamente, poco y nada recordaba. Pero hay en la media ignorancia, me pregunte Por que? Se que todos dicen que hay que preguntar el para que, siempre. Pero como dije soy testaruda. Así que lo miraba y lo miraba. Recordé que come de costado, que no es lo mismo que acostado. Se mueve hacia delante, es el primero que cae, y puede ser sacrificado.

Como siempre en mi cabeza, todo iba y venia. Hasta que en un esquina encontré algo interesante. El peón, abre la partida.

Me di cuenta su movimiento es en que hace que el juego empiece, las otras fichas se moverán según se desarrolla el juego. Pero solo detrás de el. Y ciertamente el puede obligar al adversario a sacar piezas vitales de defensas. Nunca lo vi así. Tal vez por que nunca profundice, ni me apasiones, por aprender demasiado de el. Entonces descubrí que si era el peón, pero no era el peón que yo creía que era en la montaña,  por eso me dijo aquellas palabras, eramos un tablero, pero a partir de como caí yo, o que me pasaba, los demás que ya tenia mas camino, movían el resto e la jugada.

Entonces ahora si podía formular la pregunta, Para que ? Y como de costumbre la respuesta llego, a su tiempo. Cada uno de nosotros es una partida de ajedrez, puedes permanecer en una solo posición. Y solo eso aprendes, o aprendes a jugar de todas la piezas. El jugador de ajedrez se pone en cada una de las posiciones la evalúa, detalladamente, observa, formula una estrategia y luego hace su jugada. No podemos tardarnos demasiado , por se nos acaba el tiempo. Y perderemos nuestro turno. Pero cada partida a su esta dentro de muchas otras, partidas, increíblemente. Así cada movimiento repercute, en las demás jugadas. Es como si estuviéramos creando los caminos a seguir. Serenos reyes, torres, alfiles, caballos, cada uno necesario.

Para abrirnos paso solo debemos vencer a nuestro propio reflejo, pero sobre todo debemos tomar el valor, de saltar al vació, y volvernos el peón,  que abre el juego. Por eso. Es que cuando algo es importante, coloco el peón junto a mi. Para no olvidar que el juego que se pierde es el que uno mismo no se anima abrir....

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