Días bajo la luna, así los llamaba. Días donde se desenchufaba del mundo, para ser mas precisos de este mundo. La noche la había tenido atrapada entre las pinturas y como ella decía. No solo lo decía sino que era una practica en ella, antes de meditar.
¨No sabes como entrar en ti, ponte hacer cualquier cosa, escribe, pinta. Si escuchas música mientras lo haces que esta no supere tu ritmo, ni tu sonido. Muévete lento, si tiene hambre come, pero que sea liviano, para que la atención este en tu corazón y no en la barriga. Si tienes sed, bebe agua, y si quieres infusiones busca la que con su olor te muevan los sentidos. Pero sobre todo busca a la soledad. Si lo haces así entras solo en meditación, y por ende estas dentro de ti ¨
A veces si detenía a ver a las personas meditar, ciertamente el observar es la practica fundamental. Detenerse a ver los pequeños detalles que aparecen cuando la mente se queda de lado. Entonces veía que la gente llegaba loco de la calle, se sentaba, ponía música de relajación, o sonidos de cuencos en lugares cerrados, lo que retumba dentro de cualquiera. Aceleraba y aquietaba la respiración, saturan a su sistema para que se rinda, y a eso le llaman meditar. Pero si te paras fuera de ellos, puedes ver pequeñas esferas que salen de su formas pensamientos, es como si de pronto solo desenchufaran la percepciones del pensar, y este se ejecutara en forma secundaria. Para decir la verdad ella nunca lo había entendido así, y aun le sonaba algo disparatado, pero ahora podía observarlo por si misma.
Pero como estaba saliendo de su día bajo la luna, no entraría en este avenida de las formas humanas o de las relaciones humanas , o como fuera. Ciertamente aun disfrutaba de su soledad, palabra que para ella significaba la edad del sol, lo que la llevaba a la sensación de que significaba la sabiduría del sol. o para ir mas allá, iluminar. Sin ninguna duda, soledad era una de las palabras mas interesantes para ella. Quizás por que la había comprendido desde un lugar diferente.
En estos días, no importaba que estaba haciendo, o con quien compartía, estaba allí, sentada en su mundo, allí donde pocos habían entrado, donde pocos entraran. Donde tenia una charla silenciosa. Y no entraremos en esta palabra, por que también tenia un peso y un significado un poco diferente, pero silencio, siempre le sonaba a ir lento, por eso cuando buscaba a la soledad iba a tener una charla silenciosa, o una charla lenta. Si vamos uniendo cosas, seria tener una charla lenta con la sabiduría del sol, para iluminar.
Todavía hay tantas cosas que poner en orden , y aprender que le era necesario. Claro todo parece extraño, por que si necesitaba charlar con el sol, o iluminar, Por que le llamaba días bajo la luna? Para ella la luna era el perfecto espejo del sol, no solo de su luz, sino de sus sombras. Era la perfecta forma gráfica de describir la luz en oscuridad o que ninguna oscuridad es tan profunda, que la luz no la pueda alcanzar. Tal vez por eso nunca le temió a la oscuridad, sabia que en ella encontraría a la soledad, encontraría al sol. Por otro lado, sin noche no hay día. sin oscuridad no hay luz, y viceversa. Podría pasarse horas recorriendo estos senderos, en su mundo, todas estas cosas eran la que iba creando los diferentes paisajes, en definitiva eran las cosas que la hacían quien era. Probablemente para resumir no hay quien vea y conozca mas al sol que la luna. Y tampoco quien vea y conozca mas a la luna que el sol....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario