Aquel..

Aquel que busque por las galaxias,

atreves de los tiempo...

Aquel que en sueños venia,

a aliviar la agonía de tanta espera...

Aquel que  noche a noche se plasmaba en papel,

haciéndome compañía...

Aquel que tuvo mil ojos,

mientras yo exploraba para hallar su mirada...

Aquel que fue dueño de todas las esquinas,

cuando yo salia a caminar por la vía...

Aquel que no conocía,

pero que en su sonrisa me daba la vida...

Aquel que sin saberlo era el dueño de mi cuerpo,

mientras yo me escondía en los silencios...

Aquel que no sabia como hallarlo,

me decía en cada llanto...

Aquel,

que cuando la esperanzas parecían acabadas,

del fuego apareció,

de volviéndome el alma...

Aquel,

que me mostró que si existían las hadas,

y que no importa la locura mientras se ama,

al que mi cuerpo rebelde  responde a su llamada,

y se enciende haciendo estallar el alma...

Aquel,

que hace que ya no importen los caminos,

por que siempre fuimos destino,

que en el brillo de nuestro ojos se crean las estrellas,

y el choque de nuestros fuegos las hace iluminar...

Aquel,

que su sonrisa es ahora mi compañía,

y sus palabras mis caricias,
que sus manos se convierten en las mías,
siendo sus brazos mi cobija...

Es aquel hombre al que amo,

por que junto a el aprendí lo que es la vida,
y a entregarme a el cada día,
y si un día ya no estoy es por que me fui a hacerle compañía.