
En su soledad lo recordó siendo tan solo una niña, y junto a el, jugar entre las hojas y la llovizna. Lo recordó siendo el caballero de sus castillos abandonados, a la vuelta de la esquina. Su caballero mágico que con espadas de ramitas que la protegía. Lo recordó entre sus sueños comenzando a sentir sus suaves caricias. Lo recordó con los años, siendo el caballero que la envuelve, y la lleva a través de las vidas...
Su voz volvió a pronunciar su nombre , las manos torpemente en el papel dibujaron su silueta. En esa soledad cerro sus ojos, y lo busco, entre su piel, en el latido de la tierra, en la brisa, la cajita de música que junto al mar permanecía. Con los ojos cerrados una y otra ves, contemplo su alma, una y a través le entrego su sonrisa...
Lo recodo...
Lo amo....
Lo ama...
Pero sobre todo comprendió que su corazón, a el, siempre le pertenecería. Por que su nombre y su amor era la mejor canción que éxito para aquella bailarina....
Lo amo....
Lo ama...
Pero sobre todo comprendió que su corazón, a el, siempre le pertenecería. Por que su nombre y su amor era la mejor canción que éxito para aquella bailarina....
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