9 de abril de 2016

Terminado el día...

De esos días que son a contraluz, que vas y vienes por la memoria, corres por las venas, pero tus pasos van lentos, la mirada se sienta a mirar con detalle la vida de allá afuera.

 A unos pasos la guerra, a la que nos han invitado a todos, aunque uno no quiera. Dos pasos mas acá, la gente correr indiferente, pensando en su trabajo, las compras, si se quebró una uña, si el vecino esta mas gordo o mas flaco, si aquel es mas bueno o menos malo, o a que dios se le deben rezar. Un continente que esta gris, el otro en llamas, y el de demás allá, valla a saber el cielo, pobreza hambre, droga , trata. Leo para tras, y sí, generaciones desbastadas. Sin correr la mirada, uno ve pequeñas luces que van intentando brillar un poco mas, que van buscando aunque mas no sea por ellas misma brillar. Hace poco más de 20 años, me preguntaba si esto pasaría, y que fuerza lo permitiría. Poco a poco voy comprendiendo, que ninguna fuerza, mas allá de la de nosotros , permite que todo esto este sucediendo. No estoy muy segura , como había llegado hasta mi unos libros, era difícil comprender que eso que se decía algún día podía ser, pero dentro de mi algo decía que si. Tal vez todo lo sucedido entre aquellos días y hoy, por lo menos en ese punto, que aun queda en mi mente racional , pueda ir diciendo que comprende, aunque mi corazón nunca pueda hacerlo. Pero ya ni la naturaleza nos puede contener, por que hasta a ella de apoco la vamos destruyendo, tampoco detenemos la mirada para ver lo que con ella hacemos, ciertamente no nos detenemos a ver nada. Se corre tan rápido, que ya no sabemos cuando sale o entra el sol, como que es casi,  un tema exclusivo de los niños y los viejos. 

Seguramente es cierto y  muy probablemente moriré rebelde, o llena de pasiones ,pero la cordura ,o  la ceguera de espíritu, no han  sido una opción para mi y me rehúso, atener que renunciar a contemplar la vida, inclusive a contemplar la muerte. Me rehúso a no mirar al otro, a no comprender que sufre, que es feliz, que tiene hambre, no se,  mil cosas.... Quiero estar ahí si alguien necesita, hablar o callar, llorar, reí.... Quiero aprender lo que ese extraño me esta enseñando. Y mas que extraño, puede ser los padres que no tuve, los amigos... Quiero sentarme a esperar el sol, y a despedirlo, a mi manera, rezarle a todos los dioses y también a las estrellas. Tal vez difícilmente pueda ser querida, pero quiero decir lo que siento, quiero y elijo ser  autentica, con los demás, y conmigo, quiero sentir que cuando voy a dormir solo se despliega el mundo de mis ilusiones y no el de las mentiras que digo o que me digo a mi, quiero que me quieran por lo que soy, por que quiero amar y amo a la gente por lo que son , y no por lo que quiero que sean. También es cierto que no seré nunca una muñequieta, pero quiero mojarme la ropa, con la lluvia, con las olas, quiero mancharme por jugar con barro, o comiendo un helado, quiero reír y llorar por que me equivoque, y poder volver a empezar, quiero ser una niña que se asombra de las cosas nuevas que descubre, y jugar a ser adulta . quiero plantar semillas y esperar a que las plantas crezcan, quiero ver como el otoño se lleva a las hojas. Quiero soñar con el amor y al despertar sentirlo en mi piel. Quiero extrañar sin extrañar,  escribir y borrar. Y quizás no sea lo ultimo que quiero, pero también quiero volver a casa.

Entonces en días como estos, que  todo aquí dentro va de aquí para allá y de allá para aquí, mientras me paro a observar allá fuera...

Entonces veo, como juegan los niños, los pájaros que vuelan, los nidos en los arboles y en las iglesias. Veo como la naturaleza se renueva, como cada día cambian las mareas. Como la primavera trae nuevas hojas. Como cae la nieve  y los ríos que montañas se forman, cuando esta se derrite. Veo pequeñas luces que se asoman en las miradas, veo como las almas se van encontrando y comprendiendo. Veo como se extienden las mano, se funden en abrazos, se sonríen entre extraños. Escucho como calla y canta el corazón . Ahí me veo y sobre todo te veo....

Mientras iba de aquí para allá me acorde de indio quechua, que decía " Me declaro vivo"  y tal vez solo se trata de eso de vivir, o como decía mi maestro indio, " solo luz, solo amor" y todos los días se trata de celebrar la vida. Entonces ya no solo se aquietan mis pasos, las memorias. También se detiene la sangre, mirada, el horizonte se ensancha y deja paso a la locura, del sentir, mientras el día se termina o tal vez empieza, y la noche se viste de sueños .

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