17 de abril de 2016

Tempo allegro

En medio de la oscuridad un pequeño candil iluminaba, las hojas en blanco. Y el músico con su manos convertidas en pluma y su sangre vertida en el tintero, se encontraba en medio de la habitación como aletargado en sus sueños....

Pero el cielo le reclamaba música al viento, quien estirando sus brazos de aire, entre los clarinetes y la flautas se fue colando. Nota a nota a las hojas fueron saltando, y en pentagramas al piano fueron invitando...

Entre manchas de café y tules, su pasos se fueron dibujando, como andante, en la memoria subjetiva del tempo, entre aldagio y moderato, pulsaciones que un suave y pícaro ritmo fueron entre el agua y el fuego el destino marcando. Los ojos se cierran , en caminos de estrellas el cuenta cuentos y la bailarina, en cajitas de música siguen bailando, mientras poco a poco con los primeros rayos del sol, el músico del universo iba despertando...

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