7 de abril de 2016

Cada instante...

Tal ves lo mejor de no ser de este mundo, es que el tiempo siempre es un relativo. La gente corre, uno se sienta y observa. Se deja llevar por el viento, deja que el calor del sol, se esparza por todo el cuerpo. 

Te vuelves el anciano que se sienta en la banca del frente, el niño en la hamaca, o los que juegan en el sube y baja. Recuerdas tus juegos cuando eras pequeño, los charcos donde saltabas después de la lluvia, la rayuela en la calle dibujada, la bici, la mancha, recuerdas las casas abandonadas, las hojas amontonadas, el silbido que anunciaba la media tarde, y el que decía que el día de juego había terminado. A veces también vienen las cosas que han lastimado.

Pero puedes volver a subirte al viento, dejarte envolver por el sol, miras a la gente correr,  y los dejas, ves al anciano y a los niños, también los dejas ahí . Hasta ellos ,  se van en la cámara rápida de la vida , y te quedas hay inmóvil . Detenido en el tiempo. También van desapareciendo los pensares. Puedes percibir que fuera de ti comienza a ver mas luz. Ahora desaparecen los arboles, las calles , las flores, el banco donde estas. Y estas ahí en la soledad , contigo , la boca hace una mueca, aunque no estas sabes si la boca se puede mover, o si aun sigue en su lugar . Pero nada importa.

Como si de pronto los relojes nunca, hubieran existido, y quizás ni uno mismo existió. Sabes que estas muriendo y renaciendo en ese instante, que tu respiración se volvió viento . Y las manos tal ves son el sol que dulcemente acaricia y te entregas. La luz te borrar , de este planeta, te seduce en su misterio y te lleva.

Te sientes indefenso , tampoco quieres protegerte , y sin saber como llegan los colores , algunas imagenes difusas , que poco a poco vas reconociendo, reconoces el recuerdo, ves el bosque , los senderos, las casa a lo lejos. Vas percibiendo el suelo en tus pies, las piedras, la humedad de la tierra , sientes el olor a pasto, que los poros te penetra. Escuchas el mar, las olas , las gaviotas. Sabes que ese es tu lugar. Entonces corres, al recordar tu casa, y quieres saber si esta ahí donde la recuerdas. 

Al llegar a la puerta detienes el paso, y lentamente entras, todo esta igual, intacto. Te diriges a el alcoba te sientas en la cama. Miras por la ventana. Se ve el jardín y las flores. Volteas hacia la puerta y ahí... Ahí esta él, parado como siempre mirado , sonriendo. Pero al mismo tiempo , sabes que tiene algo en la mirada. Sí, como si en ella se fundieran los claros y los oscuros de la noches. Como si, también guardara sus secretos en la luna. Y al mismo tiempo, se puede ver el canto del silencio , dibujando sueños en su pecho. 

Entonces la boca devuelve la sonrisa , pues sabe que él, tampoco necesita de palabras, y que ha leído en la mirada. Vio ,  claros y oscuros de la noche , y los secretos que se guardan en la luna. y como el silencio dibuja sueños en el pecho. Y las miradas solo se miran, los brazos se extienden y se en funden en un abrazo. 

El calor se esparce por todo el cuerpo, sientes. que las alas se despliegan en el viento. La luz los envuelve, y en ella desaparece, todo lo que estaba al rededor....

Y abres los ojos, y observas que todo el mundo corre , al anciano que se sienta en  la banca del frente, a los niños jugando. Entonces suspiras, miras las paginas en blanco, y comprendes que  cada una de las vidas y de las muertes solo por ese abrazo valen....

Vuelves a cerrar los ojos, te subes al viento, dejas que el sol te envuelva .... y todo vuelve a empezar...

No hay comentarios.: