4 de julio de 2015

Un cuento

 
Había una vez una payasa que hacía sonreír a todo el mundo, todos a su paso sonreían como por arte de magia,ancianos, hombre y mujeres, eran convertidos en niños.Nadie escapaba de sus sonrisas de colores, a sus ideas locas. Cada mañana ella salía al mundo, como si este fuera un majestuoso escenario, disfrutaba mirando los colores de la gente y escuchando las risas de los adultos, cuando se iban convirtiendo en niños. Y devolvía tremenda dicha, en flores y estrellas que inventaba para que a las sonrisas fueran acompañaran por miradas brillantes.

Todos los que la veían durante años sonrían, en el recuerdo de su magia, palabras acrobáticas eran capaz se hacer vibrar los corazones, en medio de cualquier oscuridad. Movimientos enseñados por la luna se plasmaban en las caras de todos. Ni uno solo quedo triste al paso de esta payasa

Dicen que ella tenia un gran secreto. Cada noche se iba a dormir, soñando con un príncipe cuenta cuentos, que la hacia tan feliz, que al despertar toda su cama, estaba llena de girasoles, y que ella antes de salir colocaba en su sombrero. En las mañanas ella salia feliz al mundo, con su corazón lleno de príncipe y flores, ella sabia que su mirada se llenaba de un mar de colores, y la brisa le traía la música de la tarde. Que el le había enseñado, en las noches.
Así pasaba la vida de la payasa,una vida llena de ideas y colores, como puede ser la tuya o puede ser la mía.La de cualquiera que se animen a soñar.

Un día,el príncipe, se quedo dormido , y la payasa se despertó sin girasoles, pero la payasa no se preocupó en exceso, sabía que eran los sonidos y los colores los que le daban la fuerza. Salió al escenario con naturalidad, pero al poco tiempo parecía que le hubieran puesto bolsas de hielo en la boca y las articulaciones. Sus movimientos eran torpes, des-coordinados, sin gracia. Intentó hacer los movimientos con alegría, pero parecía que cuando más lo intentaba más hielo ponían en las bolsas imaginarias. La gente ,angustiada, la miraba con incredulidad, que poco a poco se fue transformando en una enorme pena.

Meses enteros pasó nuestra payasa sin salir de su corazón, por la tristeza. Cada dos días sus amigas del circo le pasaban la comida por el único rinconcito que dejó entreabierto.Cuando estaba despierta permanecía con los ojos cerrados. Cuando soñaba lo hacía en blanco y negro y sin sonidos. 

Un día, sin que hubiera aparecido un enorme rayo en un cielo despejado, ni se hubiera posado un águila blanca en su ventana, la payasa soñó que actuaba de nuevo, estaba en el centro de la pista, sin risas, sin colores, sin la flor en el sombrero. No había nadie para disfrutarlo, pero daba igual, ya no sabia si le gustaba hacerlo. 

De repente reparó en un pequeño ruido, como de un ratoncito, que procedía de la primera fila. Cuando se acercó encontró a un niño regordete y disfrazado de payaso. como ella,que no paraba de reír con la mano en la boca para amortiguar los ruidos, si el sueño no fuera en blanco y negro, podríamos apreciar que la niño se iba poniendo cada vez más y más rojo de contener las risas.

La payasa, asustada, agarró su mano y liberó su boca,apareciendo una cara que le era conocida..., asombrada comprobó que ese niño ,en realidad era el. Entonces, sin darle tiempo a salir de su sorpresa, salieron carcajadas tan fuertes y potentes que nuestra payasa no tuvo más remedio que despertar de su sueño.

Fue peor su sorpresa, al darse cuenta que aquel no era un sueño, y que su príncipe de los locos, estaba allí junto a ella. Ella sin poder salir de la sorpresa, pues es cierto que las payasa y los payaso creen en los sueños,pero eso la había dejado paralizada. 

Este príncipe logró sacarla de su letargo. Y dando pequeños pasitos la hizo salir del encierro de su corazón. Haciendo la desear con todas sus fuerzas, como nunca antes, que el niño que el príncipe llevaba adentro fuera tan feliz como ella lo era en ese momento. Que sus sonrisas fueran tan, pero tan grandes que podrían iluminar la miradas del mundo entero,pintando todo el cielo de colores. 

Así fue como nuestra payasa volvió a maquillarse y salió al mundo corriendo para llegar a tiempo a su actuación de esa mañana.

No hay comentarios.: