En lo profundo de bosque,
existía un gran lago,
y dentro de este había una isla,
en la isla vivía un hada.
Cuando el cielo despedía al día,
y a la noche le daba la bienvenida,
el hada despertaba del sueño,
y al bosque con su magia la luz le devolvía.
El cielo se vestía de estrellas,
y la luna llena cantaba melodías,
mientras el hada bailaba,
las esferas de los cuentos se encendían.
Pero aquella no era cualquier noche,
pues ella recordó,
la mañana que el cuenta cuentos,
creo la isla,
y a la exiliada de las galaxias,
le regalo un espacio en su corazón,
para que ella nunca mas,
vagara por las galaxias sin un hogar.
Pero aquel recuerdo,
no llego solo,
traía de la mano,
como la magia se había desatado,
por que el hada ya se iba,
cuando escucho su llamado,
y descubrió que siempre había estado a su lado.
Así las sonrisas volvieron,
al rostro del hada,
por que sabia que su amado sol,
siempre la amaría,
mientras que en su voz ella se perdía,
el entre sus brazos la cuidaría.
Esa noche en lo profundo del bosque,
hubo una gran fiesta,
y el hada,
pinto los besos en la brisa,
para que llegaran hasta su alma,
en una caricia,
y al mar le recordara,
que siempre lo esperaba un hada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario