17 de noviembre de 2015

Arboles

Si los árboles fueran poemas, 
harían rimas con la historia,
y versos con las caricias, 
entre una estrofa otra estrofa, 
un paréntesis de besos entre lineas,
y una pausa prolongada de la razón,
invitando a la locura y a la  reflexión...
porque hay ramas que florecen en pleno invierno,
y flores que ya dan fruto,
raíces que se envenenan del amor,
absorbiendo la magia del corazón, 
y entre lagos
y montañas,
los relatos ocultos de la canción,
en los márgenes del tiempo,
donde la melodía los encontró.                                    

Si los árboles fueran poemas,
llenarian cada una de las hojas de color,
 y como un plumaje de sentires replantearían la cuestión, 
con plegarias del alma se  entregarían al sol, 
en reverencia a la vida se adentrarían en sus orígenes,
buscando una ilusión , 
posibilidades varias de aromas,
 a esperanza verde entre tanta confusión.

Si los árboles fueran poemas, 
escribirían con la sabia de sus venas,
los encuentros de la tierra en el cielo, 
con su brazos estirados clamarían a los dioses,
para que les mostrarán una puerta,
que relatara su emoción. 
Alargarían sus manos,
con un delicado esmero para alcanzar,
con sus brotes un ápice de consuelo,
 y en tan deseado contacto,
 transmitirían al universo,
su latir tan dulce,
que haría florecer cada estrella del cielo.

Si los árboles fueran poemas,
estarían llenos e palabras prometidas,
y de historias vividas,
que en  sus troncos,
el tiempo se detendría,
y su sabia se volvería tintas,
tintas de escritos de pasión,
y sus cuerpos llevaría las marcas dulces del amor.

Si los árboles fueran poemas,
cubrirían con sus encantos,
 todas sus expresiones,
 y consonancias, 
sin importarles sexo,
 ni condición,
fusionarían todas las variedades,
 de sus estilos en una sola versión,
 y harían el amor con un único argumento, 
el de no estropear más el guión.
Apostarían por la creación artística,
con la fuerza del corazón,
 y sus anillas de vida,
concentrarían los párrafos,
que gritarían al unisono,
los acordes serían los gritos del amor,
repletos de emoción, 
y en las danzas de sus cuerpos,
dibujarían posturas de originalidad y valor.


Si los árboles fueran poemas,
engendrarían el perdón,
 y al amparo de cíclicos estados compondrían un nuevo son, 
sonoridades armónicas que teñirían los campos,
con los colores de la imaginación,
que llegará a cada rincón, 
frases llenas de semillas,
que se hacen hueco entre el montón, d
distinguiendo en sus detalles matices de orden mayor, 
mezclas de macerados sabores almacenadas con ilusión.

Si los árboles fueran poemas,
recitarían con certeza,
su visión,
y construyéndose en miradas,
empatizarían en una misión,
respetar particularidades
y defender una misma nación,
 monasterios naturales,
 como centros de reunión,
libertades en sus lineas redactarían una pasión, mentalidades diversas y entramados,
en elaboración, 
cosechas de mensajes implícitos,
 en castillos con tradición,
alabanzas gigantescas a la unión....

Si los árboles fueran poemas,
con que cuidado,
 abrazarían a la belleza,
expresada en la intención, 
cuántas destrezas , 
cuántos tallos protegerían de vulnerabilidad,
en los caminos del corazón, 
cuántas plantas abrigarían del frió,
cuántos besos sellarían,
en las conquistas de los cultivos, 
cuántos alientos darían a los esfuerzos colectivos. 

Si los árboles fueran poemas, 
cuántos cuentos contarían?
 con los sueños más furtivos!

Si los arboles fueran poemas,
el mundo entero conocería,
que tu eres el poema de amor,
que en mi corazón brilla.


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