6 de noviembre de 2015

Espacios ....



Inmersiones nostálgicas al inconsciente bajo la quietud de luces atenuadas por el influjo de óculos lunares que prenden de calidez la hoguera de nuestros sentir y sosiegan nuestra búsqueda de rumbo constante aglutinando nuestras miradas desorientadas en las llamaradas del momento perpetuo...

Emociones a flor de piel cocinadas a fuego lento y al vapor de nuestros gustos más selectos, deleitando a nuestros delicados paladares de sabores inolvidables y elaborándolos las recetas más exquisitas y exclusivas para los disfrutes personalizados, aliñando así nuestros corazones con los aderezos necesarios como para saborearlos en sus detalles más sublimes...

Cánticos a fantasías lejanas, que toman las formas y colores suscitadas por nuestras apetencias en el aquí y el ahora, y perfilan los contornos de nuestras ensoñaciones a imagen y semejanza con lo que que queramos crear en el lienzo de nuestra existencia, para que nos sirvan como escenarios improvisados de interpretación en las actuaciones de nuestras danzas con la realidad... 

Escuchas afinadas a los mensajes del sonido de las caracolas que emergen en forma de ondas desde abajo de la superficie de los océanos y sacuden nuestros estímulos con el suficiente tino y en el momento preciso, como para inducir con sus sonoridades y sus melodías más íntimas, las expresiones artísticas de lo que somos, instrumentos tocados desde la consciencia de nuestra propia musicalidad... 

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