21 de noviembre de 2015

Trescientas treinta vidas.....


Todo empezó hace tanto tiempo,tanto tiempo.....que aun la luna y el sol no se conocían...

Hubo una explosión....Era el amor, que toda la magia desato,nunca sus miradas se cruzaban,tan solo palabras,que aquel secreto escondían,palabras que iban y venia....
Palabras que en trocitos de isla,al amor descubrían...

Y entre sueños abrió los ojos, y casi no pudo salir de su asombro; el estaba a su lado, quiso  cerrarlos enseguida, pero el allí seguía, y ella entre sus brazos se sumergía lentamente, y saboreando.... aquel momento en la penumbra del cuarto, donde  llevaba tanto tiempo esperando…

Extendió la mano, y con suavidad recorrió su espalda, su piel sedosa, terciopelo, para dibujar con la punta de los dedos caricias dormidas, y sentir como su cuerpo vibraba a cada centímetro que recorría, atrapando a cada paso miles de besos hechos caminos en su cuerpo, caminos dibujados por sus labios…

Aquel bendito silencio le estallaba en los oídos, como música… mientras en la habitación aún flotaba aquel olor a vieja chimenea y los rescoldos crepitaban frente a ellos como estrellas polares de un amor sincero.

Como estrellas polares…

Y aquella paz compartida llenaba todo aquel espacio de esperanza, de un amor sin límites, que le inundaba el pecho y  elevaba sobre la vida, sobre cualquier duda, espacio o tiempo.

Sólo su respiración pausada, marcaba el paso como un viejo reloj; de unos minutos donde nada existía, donde el mundo se había detenido en un oasis de abrazos, donde  por primera vez en su vida, se sentía  feliz.

Se acercó , para casi rozarlo, apenas a unos centímetros, y sintió su aliento acariciar su rostro, para fijar su mirada en aquel semblante que le daba y le quitaba la vida al mismo tiempo, perdiendose en su aroma y su sonrisa…

Y su corazón voló sobre ellos, para recorrer días y semanas maravillosas, forjadas al calor de dos almas destinadas a encontrarse.

Y pensó que a veces la existencia, pasaba a nuestro lado dispuesta a regalarnos toda una vida si éramos capaces de arriesgar, de dar el paso, de pensar que todo es posible si creemos en ello.

Y  lo había hecho y lo habían hecho, juntos.

Recordó aquella primera mirada, escondida entre lineas.... furtiva,  aquella atracción que fue creciendo sin que ninguno de los dos fuera consciente, para encontrarse de pronto un amor frente al espejo del alma, como solo habían podido soñar. Construido en silencio.

Cafés de media tarde. Confidencias de horas eternas. Manos que se buscan.

Y aquel primer beso…dibujado en un juego... que ni siquiera toco los labios pero se deslizo por toda la piel, por cada célula... por cada átomo.Y todo estalló, para dibujar entre ambos un cariño cómplice que dormía hoy arropándolos.

A veces, pensó, las palabras faltan cuando los sentir son tan profundos, y le faltaba casi el aliento observándolo.

Sentía dentro latir su corazón, fuerte, lleno de vida. En la madrugada de una nueva existencia que había cambiado después de tantos años de búsqueda, de caminar perdida, sin saber que todo la llevaba, como un destino escrito inexorablemente.

Deslizó su mano lentamente bajo su cuello y la abrazó dulcemente. Y sintió un escalofrió que la recorrió barriendo mil soledades y elevándola sobre el cansancio.

ELLA DORMÍA......

Y no quiso ya separarse. Sólo sentirse una, a su lado, y dejar que sus corazones, sus pieles y sus almas fueran una sola, para poco a poco, tras minutos eternos, dejarse envolver por el sueño, hoy dulce, tan dulce que casi dolía…Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, aquel calor tan cercano y sus manos arropando su cara.

Alzó la mirada, para encontrarse con la suya..... Y  sonrió al instante.....Para encontrarse con la suya…Y sus miradas se fundieron en una sola, pura ternura. Y la mañana amaneció en aquel lecho, y las caricias con ella.
Y el amor se adueño de aquel espacio, sin límites ni guiones, como aquella historia tejida entre ambos a fuego lento…

Despacio, mientras  se levantaba para descorrer la cortina de aquella vieja casa de campo; y en aquel refugio tanto tiempo esperado, febrero amanecía tras los cristales ahora empañados.

La luz se dibujó frente a su silueta desnuda; había soñado tantas veces con aquella sensación que todo parecía como flotar en su mente, y no quería que el tiempo transcurriera… no quería.

Porque habían pasado ya once meses y ahora sólo existían los dos en aquel paraíso perdido, en aquella patria de sabanas blancas, ternura, tacto y miradas…
de palabras .....Sólo trescientos treinta días, pero ya… trescientas treinta vidas juntos

Cuando escuchó sus palabras algo creció....Sin límites ni dudas, ni explicaciones ni partituras, solo caminos  sin más fronteras.... Sin tiempos.... De tantas vidas juntos.

                                              ELLA DORMÍA......
                                                             Y EL SONRÍA.....

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