18 de mayo de 2016

Todo...

Al despertar una frase retumba en la cabeza. "Tranquila negra todo va estar bien" y si bien nunca se había arrodillado ante nadie, en sus sueños se arrodillo frente a su maestro. Tal vez los sueños venían agitados, a altas horas de la madrugada, no era nada nuevo, habían épocas en donde todo se movía y debía ser de esa manera, mucho que aprender en un pequeño suspiro. 

Un desayuno ligero, dos o tres vueltas y salio. Otra vez frente al mundo. Pero como siempre andaba con tiempo, o como ella diría irónica ironía de la vida eso de andar o no con tiempo, a veces cuando le preguntaban si tenia tiempo solía responder  "bueno... si", "tal vez algo de neblina por las mañana entre las 10 del asiento de la plaza y las menos 15 del tranvía,  un poco mas de medio sol, rondando el medio día, probablemente 3 terrones y 55 sorbos de té, por la tarde, quizás quede un hueco entre 9 y las 12 estrellas". Ciertamente mas de uno la miraba un rato y luego reía. Y quizás ella ya estaba acostumbrada a no tener quien le siguiera el ritmo en las charlas así que para cuando la gente reí ella seguro ya no estaba.

Pero a estas alturas ella ya caminaba del estudio de su fantasias, asia la avenida principal de los delirios, doblando a la izquierda por los girasoles, detras de los arboles donde anidan los carpinteros de amores. Valla a saber uno a donde queda eso, o si viene al caso saberlo. Ultimamente ya no había caso salia para un lado y siempre terminaba en otro.

Tomaría algunas fotos y después vería. Aquella frase no dejaba de repetirse, por momentos pensaba en su maestro, en mar,, en montaña, en lo que había sido, en lo que era. Por momentos se detenía, tal cual si fuera una anciana tomaba una respiracion profunda y seguía. Pero su cabeza no dejaba de pensar, aunque ella ya no sabia si el corazón se le había desacomodado tanto, que había tomado el lugar de las neuronas, o si se le habían quemado todos los fusibles de la azotea, ya solo le quedaba el corazón para pensar. Pero ahí estaba con el sentir a plena piel, con las manos llenas de emociones. dando vueltas entre los sueños y la vida. 

Sin saber como estaba parada, mirando el mundo a través de un lente, otro gran suspiro. Había que contener un segundo la respiracion, y de pronto se congela, como si entrara en la foto, y pudiera ver un mundo que nadie ve. Inclusive verse ella, algunos dicen que de los mejores momentos nunca hay foto porque no hubo tiempo para tomarla, pero hay estaba congelando un momento solo para ella.

 A ciencia cierta uno nunca sabe, cuantas cosas pasaban en eso momentos por dentro de ella, a veces ni siquiera sacaba la fotografía, solo observaba. En esos momentos le hubiera gustado tener una grabadora mental que tomara cada palabra que se le escribía entre los ojos. Es que habían tantas cosas , tantos grandes pequeños momentos, no se podía dar vueltas durante siglos de segundos en un apretón de manos, en una sonrisa, en animal jugando, en un nuevo tono de verde algo azulado, en un asiento vació, en los juegos de la plaza, en la mirada de un niño, en la arruga de un ojo, en un charco de agua, o en el vaivén de las hojas. Muchas veces se quedaba ahí, intentado imaginar que cosas ve él, que piensa, que escribe, entonces se lo imagina ahí, viendo a través de sus ojos, escribiendo a través de sus manos, congelado instante en su memoria.

 Entonces cuando le preguntaban si tenia tiempo quería decir, que no, por que habían días que quería estar ocupada en esas cosas, y cuando alguien preguntara que hiciste  contestar, nada. En eso días donde en su cabeza solo se repetía "Tranquila negra todo va estar bien" y  sonreía, por que junto a él se había pasado el día, perdida en un mundo de momentos que solo ellos entendian, guardando miles de instantes, que solo ellos veian.

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