Hay días en que despiertas con el mar mezclado entre las manos y la piel. Despiertas buscando palabras que inútilmente describirían lo que sientes, en ese mismo momento donde no sabes que realidad estas viviendo. No sabes cual es el sueño....

Pues sí, hay días y días, en que quisieras tener mas horas, para detener el tiempo en su mirada, para sentir el calor de su abrazo. O simplemente para encontrar la manera de acariciarle el alma. Que decir, si de nada serviría dibujarle las montañas de emociones, o llenarle el océano de arco iris de colores. O tal vez rozar su mejilla, si no puedo pintarle en el viento una dulce caricia....
Y ahí estoy, sin querer despertar, por que el cuerpo se me ha quedado entre sueños. Por que en su nombre se escribió en las estrellas de mi cielo, por que sus manos son la canción que seduce a los deseos. Sí, de esos., hay días que tan solo despierto, para seguir en su recuerdo durmiendo....
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